Fuente: El Mundo.
Bormujos sólo era el comienzo. La trama de corrupción política bautizada como Gürtel pretendía ampliar su campo de operaciones en la provincia de Sevilla mucho más allá del municipio en el que, según todos los indicios, impulsó y supuestamente financió una moción de censura contra el PSOE en enero de 2005.
De acuerdo con el manuscrito desvelado por EL MUNDO y que los investigadores del caso Gürtel en Madrid atribuyen a la trama liderada por Francisco Correa, estaban estudiando extender sus 'negocios' al menos a otros dos municipios de la comarca del Aljarafe: Espartinas y Bollullos de la Mitación.
En el documento en el que, presumiblemente, el testaferro de Correa Jesús Calvo Soria puso por escrito sus compromisos de cara a la moción de censura de Bormujos, aparecen los nombres de las dos localidades que en aquellas fechas, en los años 2005 y 2006, gobernaba el Partido Popular, con Domingo Salado y Antonino Gallego, respectivamente, como alcaldes.
Según los apuntes de la Gürtel, poco antes de celebrarse el pleno de la moción de censura de Bormujos estaba prevista una reunión «a concretar» en Madrid «con Espartinas y Bollullos», los siguientes municipios que se querían incluir en la entonces incipiente rama andaluza de la trama.
En estos planes de expansión parece que iba a jugar un papel protagonista quien ya actuara de intermediario entre la red madrileña y los políticos de Bormujos, el empresario Eusebio Gaviño, quien en las cintas que él mismo grabó -y que han dado pie a que se reabra la investigación judicial por la moción- se jacta de ser quien presentó a los políticos locales los enviados de la Gürtel, tanto Jesús Calvo Soria, al que los investigadores de la Policía Nacional de Madrid señalan como uno de los principales testaferros de Francisco Correa, como a Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España y cuyo nombre aparece reiteradamente vinculado al caso.
El nombre de Eusebio Gaviño aparece, de hecho, dos veces en el manuscrito atribuido a la Gürtel. Una en una anotación sobre el alojamiento «a partir de marzo» de su hijo en Madrid (fuentes del caso creen que se le habría ofrecido correr con este gasto como parte de sus honorarios) y la otra en la reunión «pendiente de concretar» sobre Espartinas y Bollullos. Tras su nombre, el autor del documento, muy probablemente Calvo Soria, apuntó «la noche anterior».
El municipio de Espartinas, uno de los que experimentó en aquellos años un espectacular desarrollo urbanístico, no había aparecido hasta ahora en las grabaciones y documentos de la trama Gürtel que versan sobre su actividad en Andalucía. No así el de Bollullos de la Mitación, que protagoniza una de las cintas grabadas por Gaviño el año pasado y que investigan los juzgados de Sevilla.
En la cinta, tal y como adelantó este periódico semanas atrás, el supuesto intermediario de la red Gürtel en Sevilla y el ex concejal de Economía de Bollullos, Mateo Álvarez, desvelaban un supuesto pelotazo urbanístico en la venta de una parcela municipal en el que habría participado el ex presidente del Sevilla FC, José María del Nido, y del que se habrían derivado comisiones que, siempre según la grabación, se habrían repartido entre cargos del PP, incluidos el ex alcalde de Bollullos, Antonino Gallego, y el entonces presidente del partido y hoy diputado y alcalde de Mairena del Aljarafe, Ricardo Tarno.
Ambos han negado que cobrasen estas comisiones y el ex regidor de Bollullos ha anunciado que va a aportar en el juzgado las escrituras de la operación que probarían, dice, que no existió ese pelotazo.
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