Llamaban a la puerta de las casas y se identificaban como la Policía para que los habitantes abrieran con total seguridad. O bien se inventaban cualquier otra excusa que viniera a cuento y que les diera vía libre para acceder a la vivienda.
Ese era el modus operandide una banda de delincuentes que ha estado actuando en la zona de la comarca de la Vega y que la Guardia Civil ha desmantelado después de un intenso y amplio operativo que se ha saldado con unos 13 detenidos.
Las noticias de asaltos a las viviendas corrían de boca en boca por los municipios de San José de la Rinconada, Brenes, Cantillana y localidades cercanas, lo que hacía que los vecinos mantuvieran extremadas las medidas de seguridad y algún que otro asalto se haya visto frustrado.
De forma paralela, el despliegue realizado por la Guardia Civil, que ha estado varios meses trabajando muy concienzudamente en este operativo, ha impedido otros tantos asaltos en una compleja y arriesgada actuación, hasta que finalmente han cerrado el círculo con la detención de 13 personas.
Con este exitoso dispositivo ha caído una banda de delincuentes más o menos organizados que actuaba con gran violencia, asaltando las viviendas con sus inquilinos dentro y sin ningún remordimiento a la hora de intimidarlos utilizando la fuerza bruta. Independientemente de que se tratase de personas mayores o hubiera niños presenciando las escenas. Su objetivo era conseguir el dinero que hubiese en las viviendas a cualquier precio.
En la operación, los agentes del Instituto Armado también han incautado numeroso material que utilizaba esta violenta red de asaltantes para llevar a cabo sus fechorías.
La labor de la Guardia Civil ha tenido que intensificarse en los últimos meses debido al crecimiento de este tipo de robos motivados por la crisis económica.
Uno de los últimos operativos de la Guardia Civil de estas características se saldó en el mes de abril con la detención de ocho personas presuntamente implicadas en los robos que se venían sucediendo en Almensilla, con foco en una de las urbanizaciones de la localidad. Posteriormente, la red se trasladó a Bollullos de la Mitación y Palomares. Estos detenidos fueron puestos a disposición judicial, si bien sólo uno de ellos ingresó en prisión y otro pasó a la Fiscalía de Menores.
O los robos que ocurrieron en marzo en el barrio camero de Coca de la Piñera, donde controlaban cuándo salían los vecinos de sus viviendas para entrar a por joyas, dinero o incluso la recaudación de las máquinas tragaperras de los bares. En este caso, no se trataba de ninguna banda organizada, sino de un ladrón puntual que fue detenido por la Policía Nacional.
Otra de las zonas del Aljarafe que en varias ocasiones ha sido víctima de este tipo de robos es la urbanización de Simón Verde, en Mairena del Aljarafe, donde en los últimos años se han dado sucesivas oleadas de asaltos a las viviendas.
También hay que recordar el atraco frustrado a una vivienda de Dos Hermanas perteneciente a un Policía Local y que se saldó con dos de los tres ladrones heridos de bala tras la defensa del agente que fue sorprendido en su casa de madrugada. Éstas son las prácticas más extremas, sobre todo cuando se llevan a cabo con personas dentro y se emplea la violencia, pero en los últimos meses también ha proliferado otro tipo de robos, como el de cobre, sustrayendo hasta toneladas de las empresas que prestan servicios públicos de electricidad y telefonía. O bien de las instalaciones ferroviarias, como el último que se ha acometido en las vías del AVE, que ha provocado incluso retrasos en el recorrido de este medio de transporte.
De hecho, durante el primer trimestre del año, el Instituto Armado detuvo a 47 personas por el robo de cableado. En esta operación en concreto se recuperaron también transformadores eléctricos, paneles fotovoltaicos y baterías.
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