Bollullos debe 1.900.000 € a los proveedores.

Fuente: Diario de Sevilla

Los interventores de los 105 ayuntamientos sevillanos terminaron el pasado jueves el arduo trabajo de cuantificar y remitir a Madrid los pagos pendientes a proveedores anteriores al 1 de enero de 2012, un montante que se desconocía en su totalidad y que, según apuntan los datos, igualará o superará los 454 millones de deuda bancaria que acumulaban en 2010 el conjunto de estos municipios.

En un muestreo realizado por este diario en 31 localidades, de distinto tamaño y color político, las facturas remitidas telemáticamente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ya sumaban casi 134 millones de euros, 194 con los 60 del Ayuntamiento de la capital.

Hay que tener en cuenta, que, siguiendo los criterios del decreto del Gobierno central, parte de la deuda se ha vuelto a quedar fuera: todo lo que se debe a empresas públicas, mancomunidades, consorcios, alquileres, Seguridad Social, Hacienda o devolución de subvenciones. Ello ha hecho, por ejemplo, que Écija, que se basaba en una auditoría para estimar que su deuda a proveedores ascendía a 42 millones, haya presentado la mitad, unos nada baladíes 20 millones. Por ahora, sólo la supera Los Palacios, que acumula 22 millones, sin incluir lo que adeuda la sociedad Idelpa.

Pese a la importancia de la suma, va a aumentar. Y mucho. No sólo hay que añadir la deuda de 73 ayuntamientos más, con sus respectivas sociedades cien por cien municipales, sino que algunos son poblaciones grandes o arrastran problemas. Es el caso de Alcalá de Guadaíra, sin presupuesto aprobado, o Huévar, con apenas 3.000 vecinos. En ambos casos, la oposición ha denunciado opacidad contable y ayer no facilitaron unas cifras que son públicas y de las que, de hecho, tienen que dar cuenta al Pleno. Así las cosas, llaman la atención ayuntamientos que no tienen facturas más allá del 1 de enero: Aznalcázar y La Rinconada no han presentado ninguna. Dos Hermanas (127.000 habitantes) ha elevado siete que suman 30.000 euros. Tienen que ver más con incidencias contables (no se localiza a las empresas, hay pendiente una compensación), que con impagos al uso.

La deuda no va en función del tamaño. Utrera (51.000 vecinos) ha presentado 4,7 millones; Camas, algo más de 1,4; Carmona, 5,1 millones, la suma de 2.839 facturas; La cifra de Coria, que seguía intentando ayer lograr un pago de la Junta para sacarlo a su vez de este lote, se mueve entre los ocho y los diez millones; Mairena del Aljarafe presentó 2,5; Morón está en los puestos de cabeza con 14,7; y Osuna presentó 9 millones.

En el escalón de los municipios con menos de 20.000 habitantes, Alcalá del Río suma cuatro millones; Almensilla, 1,2; Arahal, 2,5; Espartinas, 5,2; Marchena, 3,3; Tocina, 1,3; Olivares, 1,5; El Pedroso, 300.000 euros; Gelves, 850.000; Bormujos, 1,1 millones; Palomares, 1,8 millones; Bollullos -que dio cuenta el pasado jueves en el Pleno del dato - 1,9 millones; y Valencina 755.000 euros. La Algaba, que estimó en un principio diez millones, seguía por la tarde sacando del lote algunas facturas con empresas públicas. Burguillos ha presentado dos millones; El Coronil, 1,9; y Villanueva del Río y Minas, alrededor de dos. Pilas elevó dos millones de euros y pretendía excluir 500.000 euros de la luz. Cantillana ha presentado 2,1 millones.

Ahora se abre un plazo para que los proveedores puedan consultar el listado y mostrar, en su caso, reclamaciones con certificaciones individuales. Los ayuntamientos tienen hasta el día 31 para diseñar un plan de ajuste que permita afrontar los créditos con los que, por lo que se sabe, tendrán que hacer frente a esta deuda con la amenaza de perder parte de su Participación en los Ingresos del Estado (PIE), su principal fuente de financiación ahora. La mayoría coincide en que supondrá el fin de los ayuntamientos como se venían concibiendo, que les recortará al menos durante una década la posibilidad de hacer política, de elegir un modelo, porque la prioridad, por orden de estatal -salvo el PP, el resto habla de injerencia- será pagar y por esta vía del crédito. Eso sí, si el dinero llega a las pequeñas empresas locales será un balón de oxígeno determinante en estos tiempos inciertos.