Critican los motivos por los cuales despiden y espera el apoyo institucional del Ayuntamiento de Bollullos, que ya se reunió con el Comité.
Fuente: Sevilla Directo.
El Grupo Konecta, empresa de ‘contact center’ y de servicios de outsourcing que tiene dos sedes en Sevilla, una en La Cartuja y otra en Bollullos de la Mitación, continúa con su política de despidos disciplinarios según ha informado a Sevilla Directo Luisa Garrido Ponce, responsable de acción sindical de la sección estatal Grupo Konecta de CCOO y delegada sindical de CCOO de la empresa BPO. El jueves 3 de marzo fueron ocho personas las despedidas, seis por la mañana y dos por la tarde, de un total de 67 en lo que va de año 2016, todos por despidos disciplinarios según el artículo 54.2 E del Estatuto de los Trabajadores,despidos por una supuesta bajada del rendimiento voluntario del trabajador, aunque desde CCOO se sigue denunciado los criterios bajo los que se acometen tales despidos, despidos que tambiénafectan a los empleados de la ETT, un número de afectados incierto para el sindicato pues según asegura Luisa, la empresa no les facilita los datos.
Desde CCOO se pone en duda esos criterios por los cuales se producen dichos despidos ya que la empresa los basa en una serie de datos “que no se pueden comprobar por parte de los trabajadores y son indicadores que no revelan que el rendimiento del trabajador sea menor ni voluntario”, ha asegurado Luisa Garrido. Datos como el tiempo que dura una llamada o el indicador de la satisfacción del cliente. “Nosotros estamos obligados atender llamadas que son de una, dos, tres o cuatro consultas o una llamada compleja sobre una incidencia que no se ha solucionado y en la que hay que hacer múltiples comprobaciones. El tiempo de duración de una llamada no se puede valorar como un rendimiento bajo”.
“La satisfacción del cliente con el agente que le ha atendido tampoco lo podemos entender como un indicador del rendimiento. Esas tres preguntas cargan al agente con el peso de una valoración que no es solo del agente”. “Ni son indicadores que realmente se pueden entender que miden el rendimiento de los trabajadores, ni nosotros tenemos forma de comprobar de dónde sacan esos datos”, ha señalado Luisa Garrido y ha acusado a la empresa de falsear esos datos.
También ha indicado que los despidos, que no tienen ningún tipo de indemnización, están afectando a los trabajadores de más antigüedad, por lo que entiende que la bajada del rendimiento es solo una escusa para rejuvenecer la plantilla.
El origen de esta situación, según comenta Luisa, viene desde hace dos años y está apoyada en la reforma laboral acometida por parte del Gobierno central. La supresión de un aspecto de la legislación laboral como fue el de los salarios de tramitación, que son los salarios que se pagaban a un trabajador desde la fecha de despido hasta la fecha de la sentencia final del juicio, siempre que esta hubiera sido favorable al trabajador. “Al suprimirse, la empresa tiene una vía abierta para despedir fácil, y tiene uno, dos, tres años hasta que llega el juicio porque en los juzgados de lo social están colapsados. Y finalmente nunca entran en juicio ante este tipo de despido porque saben que no pueden ganarlo, y lo que hacen es llamar al trabajador y acordar con él una indemnización que normalmente suele ser inferior a la que le pertenece”.
Además se denuncia desde CCOO que esta situación está produciendo en la plantilla un perjuicio social y psicológico. “Nos sentimos como corderos en un matadero. Date cuenta que estamos allí todos juntos, en mesas que no están ni separadas, todas correlativas con nuestro correspondiente teléfono, nuestro ordenador, nuestros cascos, y ves como llaman al compañero de al lado, se va, y luego vuelve para cerrar los equipos, recoger sus cosas y marcharse, y así puede haber hasta 16 despidos en el mismo día entre mañana y tarde. Ayer hubo ocho despidos, cinco por la mañana y tres por la tarde”.
Y antes de presentarte la carta de despido sobre la mesa, Luisa asegura que el trabajador no recibe ni una amonestación, ni se organizan sesiones de refuerzos para corregir la supuesta indisciplina.
Ayer mismo se produjeron dos despidos más en el centro de Konecta en La Cartuja, pero despidos estos por disminución de llamadas y fundamentados a través delartículo 17 del convenio colectivo, despidos realizados “de una forma poco ética y poco clara”, según denuncia Luisa Garrido quien descarta la motivación económica de estos despidos, pues asegura que la empresa tiene beneficios en todos su centros de Sevilla.
Otro conflicto que mantiene los trabajadores con la empresa viene motivado en la modificación de la política de vacaciones, que antes se otorgaba por orden de antigüedad y cargas familiares pero que ahora se realiza por sorteo. “Los procesos organizativos de la empresa hacia los trabajadores son todos muy irregulares, y en Konecta la excepción es que lo hagan bien”, comenta Luisa.
Tras fracasar el Sistema de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), CGT ha interpuesto un conflicto colectivo al que se ha unido CCOO para tratar de anular la decisión de la empresa. Además Luisa afirma que van a realizar una propuesta conjunta a nivel de comité para proponérsela a la empresa, aunque asegura que seguirán las concentraciones de protesta a pesar del ambiente de miedo que existe entre los trabajadores, quienes temen represalias por parte de la empresa.
Respecto al apoyo de las instituciones, Luisa espera el del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación, no obstante el suelo donde está instalada la empresa es de titularidad pública, no tanto espera el apoyo por parte de las autoridades autonómicas. Tres son las actas de infracción contra el Grupo Konecta que tienen interpuestas en la Inspección de Trabajo, por lo que desde CCOO ven extraño que no se haya levantado aún sanciones contra la empresa.
El Grupo Konecta tiene en Sevilla 2.531 trabajadores aproximadamente. El centro ubicado en Bollullos de la Mitación se encargan principalmente de la campaña de Vodafone, mientras que en La Cartuja se tratan campañas más pequeñas, como campañas de recobros, de activación de tarjetas del Banco Santander, por ejemplo
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